domingo, 18 de diciembre de 2011

Ideas mágicas para rescatar a Kevin. O Kevin y las políticas milagro. (3/…esto ya se alargó como novela de Telerrisa)

En el capítulo anterior, nuestro héroe…bueno, Kevin se encontró con un extraño hombre de azul a quien confundió con un policía, idea que desechó rápidamente por lo que decidió no huir.
El misterioso personaje se presentó entonces ante Kevin. Era el Teniente Miguel Herrada de la Policía Municipal, a quien de ahora en adelante le llamaremos simplemente el Teniente Herrada o el Teniente, para simplificar. Tras presentarse, el Teniente entregó a Kevin un panfleto sobre la Policía. Kevin se sintió incomodo por un segundo pero aún así decidió no correr, el hombre estaba siendo muy amable con el lo cual no era común entre los seres humanos con los que había interactuado en su vida.

Volviendo al panfleto que el Teniente entregó al nini, en efecto se trataba de información para reclutarlo, sin embargo tenía muchas letras y la lectura no es precisamente el hobby de un bato en las condiciones de Kevin. El Teniente, entonces procedió a explicarle. Por órdenes del Alcalde  estamos realizando nuestra labor de reclutamiento, y estamos dirigiéndonos a jóvenes como tú para que se integren a alguno de nuestros cuerpos especiales y dejen de estar deoquis (sic). -¡Tas loco! (sic) dijo Kevin soltando una sonora carcajada, -Quedrás que todo el mundo me odie (sic…y ya no voy a poner sic porque este muchacho habla así, ni modo). -¿Cómo crees que me voy a hacer chota? Al policía no le extraño para nada el comentario de su joven interlocutor, aunque no entendía por qué, el había escuchado ese tipo de cosas mientras intentaba reclutar a otros ninis. –Ya he oído eso de otros muchachos, le contestó, -De verdad que no se de dónde sacan tales ideas. Obviamente no somos moneditas de oro, pero nuestros programas de interacción con la sociedad han tenido mucho éxito. Todos los días la población civil participa en nuestros torneos deportivos y actividades culturales, hace con mucho entusiasmo porque para muchos de ellos es la única oportunidad que tienen de usar las instalaciones de nuestros clubes, instalaciones deportivas y sociales que no le piden nada a los mejores clubes privados de la ciudad, y que el ayuntamiento ha construido para dignificar nuestro trabajo. Cuando participan en los torneos deportivos, los civiles casi siempre salen un poco frustrados porque les ganamos pero, ¿Qué quieres? Nuestro trabajo nos exige y nos da la facilidad de mantenernos en muy buena forma física. Tenemos esa gran ventaja.
-Pero yo he visto como la gente les dice de cosas y siempre les está recordando el 10 de mayo, replicó Kevin. –Bueno, dijo el uniformado, claro que siempre nos topamos con ese tipo de cosas, y no te voy a negar que cuando suceden es divertido utilizar el entrenamiento que tenemos para esos casos y aplicar la sanción correspondiente. No lo vuelven a hacer, concluyó con una pequeña risa.

A Kevin le empezaba a llamar la atención la plática y empezó a hacer más preguntas –Además ganan muy poquito, ¿No? me dijo un señor con el que trabajo…¡ejem!...este…trabajaba, dudó un poco, - o sea que conocí, que a ustedes les pagaban rete poquito y por eso con cualquier cosa los tenía contentos y hacían lo que el decía. El Teniente Herrada no pudo ocultar que el cometario le fue incomodó pero se atrevió a contestar con toda franqueza. –Mira, a pesar de que los exámenes que nos hacen ANTES de entrar a la fuerza han impedido que muchos malandros sean admitidos, e incluso han terminado con algunos de ellos en la cárcel como resultado de las investigaciones que se les han seguido por fallar en los exámenes de confianza, si se han colado algunos malos elementos y otros se han pasado al otro bando ya estando dentro de la corporación, siguen siendo machines, no me malinterpretes, me refiero a que se han pasado al bando de los malos. Pero la mayoría de nosotros no estamos locos, eso lo certifican también las pruebas psicológicas que nos hacen al reclutarnos. Para nosotros no es muy razonable poner en riesgo las becas de nuestros hijos, nuestro fondo de vivienda, el fondo de retiro y el seguro médico de nuestras familias. El sueldo que ganamos nos da para vivir dignamente y sentirnos orgullosos de lo que le damos a nuestros hijos, algunos compañeros si han caído en la tentación, pero como te digo, para la mayoría los beneficios que te pueda traer eso no compensan para nada los costos que generaría.

Kevin se quedó viendo el folleto que le entregó el Teniente al inicio de su plática y pensó seriamente que eso podía ser una oportunidad para él. Los policías no la pasaban tan mal como creía. En eso, el auto de unos turistas se detuvo frente a ellos y uno los tripulantes le preguntaron al guardián del orden como podrían llegar a la zona de los museos, lo que el Teniente respondió con mucha amabilidad y en un inglés bastante decente. Solo Dios sabe si los turistas entendieron o si hablaban inglés en primer lugar, porque ellos hicieron la pregunta en español, pero como eran güeritos y tenían acento raro, Herrada pensó que era lo más apropiado, además claro, de que no domina ninguna otra lengua. “Haiga sido como haiga sido” (FCH dixit), Kevin aprovechó ese momento y a la voz de, “Ándele pues, si me animo yo le llamo”, se desafanó del lugar. Se hacía tarde y todavía tenía muchas cosas que hacer, ya tenía otra vez hambre y había que visitar a su jefita a ver si tenía algo que refinar.